miércoles, 19 de enero de 2011

Nuestra misión carismática


Texto del Padre Fundador

La idea orientadora y la fuerza propulsora son las dos llaves con las que puede abrirse y hacerse comprensible Schoenstatt.
La idea orientadora tiene una formulación supra-temporal y una temporal. La misma reza: El hombre nuevo en la comunidad nueva con un cuño apostólico universal.
El ideal así caracterizado es eternamente antiguo y eternamente nuevo. Eternamente antiguo, porque todos los siglos han luchado por él; eternamente nuevo, porque la naturaleza humana, cargada con el lastre del pecado original, siempre elimina algo, queriendo ponerse a descansar en burguesa saciedad y contentarse con una mediocridad niveladora. El “hombre nuevo” al cual nos referimos aquí es el hombre animado de espíritu y vinculado al ideal, alejado tanto de toda esclavitud de formas como de toda ausencia de formas.
La “comunidad nueva” supera – sin ser informe – todo formalismo sin alma, supera el que uno esté al lado de otros de forma mecánica y meramente exterior. Se esfuerza por una vinculación profunda e interior, porque uno esté interiormente en el otro, con el otro y para el otro. Se esfuerza por tener conciencia de una responsabilidad mutua anclada en Dios y siempre activa. Responsabilidad que impulsa al individuo y a la comunidad por la senda del apostolado universal y que, allí, los hace fecundos.

(Ver: “En libertad ser plenamente hombres”, Pág. 45, Editorial Patris – Textos tomados de “Llave para entender Schoenstatt” – 1951, 149-152,157)

Comentario

En este texto del Padre Fundador se resume la meta y el porqué de nuestra misión al servicio del mundo y de la Iglesia. En nuestra cotidianidad vivimos en medio de dos realidades extremas: un espantoso individualismo y un colectivismo exagerado. Schoenstatt nos ofrece y nos propone una solución al problema, anunciando que es posible forjar en nosotros mismos una personalidad madura y segura de sí misma, viviendo a la vez la plenitud de una marcada relación con el tú del prójimo y con el TÚ eterno, con el Dios vivo. En una forma desafiante para el hombre de nuestros días, que vive anclado en la mediocridad, el Padre Kentenich nos muestra el ideal del hombre nuevo y de la nueva comunidad desde la perspectiva de la perfección, tal como lo hiciera ya un día Jesús de Nazaret. Al proponer su programa de educación para los miembros de su familia no se recata en anunciar que “la nueva comunidad es caracterizada como comunidad perfecta en base a personalidades perfectas, ambas impulsadas por la fuerza fundamental y elemental del amor”. El desafío que supone para nuestras comunidades y para cada uno de nosotros, si queremos llevar a buen término el programa enunciado por el Padre como el ideal del hombre nuevo es inmenso. Sin embargo, una seria aspiración por conseguir tal meta es el aporte que todos nosotros hacemos, o debemos hacer, como hijos del Padre viviendo la realidad de nuestra Alianza de Amor con nuestra Madre y Señora en el Santuario de Schoenstatt. Ella une “a nuestra impotencia su inmenso poder” para que podamos ser como individuos y como comunidad eclesial verdaderos testigos de Cristo, apóstoles fecundos en la construcción de un nuevo mundo, llevando a cabo la misión para la que fuimos llamados por la Providencia.

3 comentarios:

  1. Senhor Nuño, parabéns pela iniciativa deste blog. Eu tenho acompanhado já há algum tempo e estou apreciando e gostando muito.

    Estes dias estava lendo justamente um texto do livro "Idea Directriz y Fuerzas Propulsoras de la Familia de Schoenstatt", a palestra do dia 25 de Marzo de 1952 dada no Chile a um grupo de noviços dos padres Palotinos. Veja o seguinte trecho sobre a ideia diretriz da Família de Schoenstatt:

    "Creo que ustedes me pueden dar una buena respuesta a la pregunta sobre las ideas directrices. El día de retiro de ayer se ocupó continuamente de esa pregunta. ¿Comprenden cual es la idea directriz? El hombre nuevo en la comunidad nueva, con carácter apostólico universal."

    Agora, veja como o Pai caracteriza o homem novo:

    "el hombre nuevo en la comunidad nueva considera una doble forma:
    el primer sello del hombre nuevo es lo supratemporal y el segundo, lo temporal. ¿Cómo es este hombre supratemporal? Es el hombre libre de esclavitud de formas, no esclavizado a las formas. [...] Es el hombre animado de espíritu, vinculado al ideal, libre de la esclavitud de formas. Comprendan, eso sí, que mientras seamos hombres y porque lo somos, el espíritu no puede existir sin formas. Si fuéramos puramente ángeles, podríamos existir sin formas. Por ello tampoco digo: el hombre nuevo es el hombre animado de espíritu, el hombre ideal, exentó de toda forma. Tiene que poseer algunas formas, pero no caer en una esclavitud de las formas. Naturalmente siempre existe el peligro que el espíritu que hoy creó una forma, sea mañana absorbido por esa forma. Entonces tendremos un formalismo y ningún espíritu."

    Estamos lendo o mesmo texto?

    Saudações nossas desde o Brasil,

    Ronaldo Hashimoto

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  2. El texto que publico en el BOG está tomado de un estudio (una carta larga) que el Padre Fundador escribió en el año 1951 en Suiza cuando tuvo que dejar Schoenstatt por orden del Santo Oficio, y a su paso para América del Sur y el destierro. Está dirigida al Consultor del Santo Oficio, el entonces Padre Augustin Bea. Esta carta o estudio se la conoce como “Schlüssel zum Verständnis Schönstatts” y está publicada en un libro en alemán que se titula “Texte zum Verständnis Schönstatts” y que fue compilado y preparado por nuestro querido Padre Boll en el año 1974. Estos textos se citan en muchos libros posteriores. Yo tomé el texto de un libro en español, publicado por el Padre Herbert King y titulado “En libertad ser plenamente hombres” de la Editorial Patris de Chile.
    Es comprensible que cuando el Padre Kentenich dejó Suiza y fue a Chile hablara de estas cosas a los novicios de los Palotinos provenientes de la Juventud de Schoenstatt – futuros Padres de Schoenstatt –. Estas charlas están recogidas en un librito pequeño llamado “Idea directriz ……….”, al que usted hace referencia. Son casi las mismas palabras del “estudio” o carta al Consultor del Santo Oficio pero en otro orden y con la idea de informar y formar a los novicios palotinos schoenstattianos. Me puedo imaginar que esas ideas estaban muy presentes en aquellos meses en la mente y en el corazón del Padre. El vivía en la lucha entre su fidelidad a la misión recibida por Dios y la fidelidad a la Iglesia. Su Schoenstatt – tal y como se fue desarrollando en los años anteriores – debía ser conocido y amado por los suyos, los que él dejaba “sin pastor” cuando en obediencia a la Iglesia se tuvo que ir a Milwaukee y dejar la Familia que él había fundado y por la que estuvo en el Campo de concentración de Dachau.
    Si puede, nos gustaría saber de su familia por Mail. Aquí tiene mi dirección.
    Un saludo cordial para usted y para Angélica, unidos en la alianza de amor,
    Francisco Nuño

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  3. É verdade! No coração de nosso Pai deveria haver muitas considerações que ele gostaria de poder expressar para seus filhos nesta época.

    Na realidade, eu quando procurei por este texto ("Idea Directriz y Fuerzas Propulsoras de la Familia de Schoenstatt"), estava motivado em encontrar e reafirmar a minha própria ideia diretriz e quais são as minhas próprias forças propulsoras. Como o próprio Pai afirma:

    "Si contempláramos una vez nuestra propia vida y quisiéramos escribir una autobiografía, también tendríamos que plantearnos la pregunta: ¿Existe en mi vida una idea directriz? Y ¿se unió esta idea directriz con mi vida? Una idea pura que no se desposa con fuerzas instintivas interiores, nunca conseguirá algún éxito."

    e continua:

    "¿Lo comprenden ustedes? Algo impulsa desde el interior y algo conduce desde el exterior y ambas constituyen al hombre total. Por consiguiente, sobre mí vela una idea grande y desde el interior impulsa también una fuerza. ¿Cómo son estas fuerzas misteriosas y estas ideas directrices? Tenemos, por lo tanto, una doble tarea por realizar."

    E qual é a alegria quando encontramos aquilo que procuramos! Quando vitalmente nossa ideia diretriz se encontra dentro da grande ideia diretriz da Família de Schoenstatt: "el hombre nuevo en la comunidad nueva de carácter apostólico universal". Por isso, me APAIXONEI por este texto!

    Manderei notícias de minha família para seu email.

    Un gran saludo,

    Ronaldo Hashimoto

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