miércoles, 6 de abril de 2011

El misterio de Schoenstatt


Texto del Padre Fundador

En la actualidad hay muchos lugares ‘misteriosos’ donde la Santísima Virgen despliega su acción. Pensemos en los lugares de peregrinación que experimentan hoy un reflorecimiento, luego de haber sido olvidados cada vez más por el pueblo. Aquí y allá resplandece y brilla la luz de la Santísima Virgen. Ella, la Portadora de Cristo, se manifiesta más y más en estos tiempos.
De ahí que busquemos e indaguemos una y otra vez en qué consiste la originalidad de nuestro misterio de Schoenstatt. Quien emplea este término piensa espontáneamente en nuestro pequeño Santuario, en el amor a la Santísima Virgen, en el Capital de Gracias, en nuestros congregantes héroes. Pero ….., ¿saben dónde radica en definitiva lo original, lo más propio de este misterio de Schoenstatt? En la vinculación local de Schoenstatt y en la fecundidad de gracias, espiritual y universal, de la Madre Tres Veces Admirable de Schoenstatt. Una fecundidad determinada, por último, por una unión muy original entre la acción divina de la gracia y la colaboración humana voluntaria y libre. …….. Si quieren saber cuáles son las razones más hondas sobre las que se fundan estas convicciones, relean las Actas de Fundación de Schoenstatt. En el Acta de Fundación de octubre de 1914 se lee lo siguiente: Santísima Virgen, establécete aquí y atrae desde aquí los corazones de los hombres, para regalárselos a tu Hijo. Todos somos hijos de la Familia. Por eso todos estamos convencidos de que el Acta de Fundación ha sido aceptada y suscrita en el cielo. En esta convicción se basa nuestra fe de que aquí tenemos un lugar sagrado …….

(Texto extraído de una homilía del Padre Kentenich del 10 de diciembre de 1933 [Hug, Bethlehem, 245-265]) – Ver: Kentenich Reader, Tomo 1, Págs. 184-185)

Comentario

Aquellos que contemplan la historia de nuestra Familia de Schoenstatt y su fecundidad en tantos países del mundo se han preguntado y se preguntan siempre por la originalidad, por el secreto de nuestro Movimiento. También nosotros nos lo hemos preguntado. En las primeras generaciones se hablaba del ‘misterio de Schoenstatt’ para explicar el origen sobrenatural del Movimiento y de la fuente de gracias que la Divina Providencia nos regaló con el Santuario. El Padre Fundador lo explicó en muchas ocasiones y nos lo explica hoy a nosotros en sus escritos y homilías. Cuando nos arrodillamos delante de la imagen de la Santísima Virgen en el Santuario de Schoenstatt nos sentimos cobijados por Ella y sabemos que su amor nos impulsa a dar lo mejor de nosotros para que Cristo viva en nosotros y por nosotros en el mundo que nos rodea. Es un don. El convencimiento de sabernos atraídos por la Santísima Virgen en este lugar concreto, que es la pequeña capillita de Schoenstatt, y la experiencia en nosotros mismos de la fuente de gracias que allí fluye, nos anima a contemplar el futuro de la Iglesia con esperanza: vivimos en la fe de que desde allí, desde ese lugar santo, se irradiará la acción de la gracia sobre la época actual. El Padre Fundador quiere que imploremos siempre de nuevo a María, para que Ella haga crecer en nosotros el convencimiento de su presencia maternal real en nuestros Santuarios y de la corriente de gracias que brota en esos lugares. Nuestro agradecimiento y tarea consistirán en ser apóstoles de esta fe regalada.

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