miércoles, 20 de julio de 2011

Una espiritualidad tridimensional


Texto del Padre Fundador

La originalidad de nuestra espiritualidad está caracterizada por tres términos claves: santidad de la vida diaria, santidad del instrumento y santidad de alianza. Estos términos y sus contenidos son fruto de un proceso lento y sano. Constituyen el núcleo del Acta de Fundación, en cuya composición han desempeñado un papel fundamental. Más allá del entusiasmo sobrenatural que trasuntan, estas tres formas, o mejor dicho, estas tres facetas de una única espiritualidad son muy realistas y sobrias, al punto de preservar en lo posible de todo peligro de caer en la búsqueda compulsiva de cosas extraordinarias.
¿Cómo es el entramado interno de la espiritualidad tridimensional? Quien conozca el desarrollo histórico de las tres facetas de nuestra ascética comprenderá con facilidad y rapidez su entramado interno. La santidad de la vida diaria marca más fuertemente el rumbo en la vida cotidiana; la espiritualidad del instrumento establece con mayor conciencia el contacto con Dios; y este último, en virtud de la espiritualidad de alianza, cobra con mayor claridad el rasgo de una decidida vinculación de amor entre dos personas que se aman.
Schoenstatt es, simultáneamente, una historia de la teoría de la santidad y una historia de santidad. En la Primer Acta de Fundación leemos: “Para nosotros y los nuestros, nuestro santuario ha de convertirse en cuna de santidad, tal como lo fuera para san Luis Gonzaga un santuario de la ciudad de Florencia.” ¿Cómo es esa santidad y qué postura asume ente los ideales de santidad surgidos en el ámbito de la Iglesia en el transcurso de los siglos? Desde un principio sabemos que la Familia guía hacia la santidad, debe guiar hacia la santidad. Si no lo hace, no habrá alcanzado su meta.

(De una carta del Padre Kentenich del 8.12.1952 al P. General Turowski SAC – Ver: Kentenich reader, Tomo 2: Estudiar al Fundador, Pág. 33 – Nuestra espiritualidad tridimensional)

Comentario

Nuestra Familia de Schoenstatt es una “historia de santidad”. En algunas publicaciones de la RED he podido leer los nombres de muchos héroes schoenstatttianos, hombres y mujeres que vivieron una espiritualidad heroica arropados aquí en la tierra por el cobijamiento que les proporcionó el santuario. Hijos del Padre que están hoy en el cielo. Apunto sus nombres, y sugiero intenten completar la lista a través de los “comentarios”. Algunos de ellos los conocimos personalmente, son nuestros santos schoenstattianos. Fueron, entre otros muchos, José Engling, Mario Hiriart, Fritz Esser, HansWormer, Enrique Schaefer, Gertrud Von Bullion, Barbara Kast, Hermana Marie Emilie, Hermana Maria Emannuele, Hermana Lisann, Flora Anselmo, Raquel Ochoa de Sáenz Valiente, Ma. Virginia Calderón Mansilla, Fritz Kühr, Gilbert Schimmel, Richard Fenelon, el matrimonio Raymond y Eleanor Yank, el matrimonio Ernst y Katarina Lesniewicz, Padre Hernán Alessandri, Padre Horacio Sosa, Padre Esteban Uriburu, Padre Carlos Cajade, Padre Celestino André Trevisán, Padre Máximo Trevisán, Julio Steinkaul, Jeremías Ruiz, Lorenzo Mora, Sebastián Bitangwanimana, Vitalis Ify Onyenedun. De mano del Padre Fundador, la Familia ha conducido durante todos los tiempos hacia la santidad. Ustedes pueden completar esta pequeña lista, la lista de los hijos e hijas del Padre.

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