miércoles, 2 de octubre de 2013

La "llave" de la historia de Schoenstatt


La “llave” de la historia es la alianza de amor
Por favor, escúchenlo una vez más: ustedes no deben considerar la historia pasada, la gran época de la Familia como un cuentito especialmente querido: "Había una vez…" y que luego se olvida. …….. Por eso, quien quiera conocer a la Familia, tiene que profundizar con amor en esa historia ………

A fin de que podamos observar rápidamente esta historia, a fin de poder comprender más o menos lo que se quiere decir, creo que, de acuerdo a nuestra forma habitual de pensar, primero tenemos que tratar de encontrar la llave. Si tenemos en nuestras manos la llave que abre la puerta, conseguiremos dar alguno que otro vistazo aunque se produzca algún desacierto.
¿Cómo se llama la llave? Todos nosotros la conocemos muy bien. Sólo quiero que volvamos a recordarla:

La alianza de amor original, o sencillamente la conocida alianza de amor con la Madre de Dios,
- que, esencialmente, se arraiga en el pasado, en una historia comprobada,
- cuya perfección más clásica se fundamenta en el Acta de Fundación;
- pero que, según las conocidas leyes del desarrollo de la vida divina, ha ido madurando con el tiempo.

Les pido que vayan considerando frase por frase, palabra por palabra. Ya que estoy hablando con entendidos, puedo y debo conformarme ―al igual que ustedes― con un par de aclaraciones.
Originalidad

Es una alianza de amor original.
Les pido que tomen conciencia de esta originalidad. La Madre de Dios ha sellado una alianza de amor con Schoenstatt y con los hijos de Schoenstatt. Esto significa que por amor, Ella está dispuesta ―o si ustedes quieren: Ella se ha comprometido en virtud de la alianza de amor, pero se ha comprometido por amor― a establecerse aquí, y desde aquí poner en marcha un gran movimiento de renovación y de educación, de dimensiones mundiales, y para esto quiere utilizarnos a nosotros como pequeños instrumentos. Y nosotros, ¿qué hacemos? Nos comprometemos a abrirnos a Ella, a darle nuestro sí; nos comprometemos a ofrecerle aquí nuestros pobres esfuerzos de autoeducación a Ella, a la querida Madre de Dios, a la gran educadora para que Ella, en respuesta, acepte con mayor amor y fidelidad, este triple deber y lo cumpla hasta el fin de los tiempos. ¡Una alianza de amor original!

(Tomado de una Conferencia del 20 de octubre de 1950 - Ver Manuscrito "Jornada de octubre 1950", Instituto secular de Schoenstatt Hermanas de María, Nuevo Schoenstatt, Argentina)

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